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Un empresario es aquel que
arriesga parte de su patrimonio en una actividad comercial con la expectativa
de obtener rédito de su inversión, muchos de ellos, han tenido la experiencia
de fracasar en alguna idea de negocio, sin embargo, con la gallardía de todo
emprendedor volvían a intentarlo hasta que lograron posicionarse en el mundo
empresarial. En Perú y en muchos países conocemos historias de éxito de
empresarios que en la actualidad dirigen grandes corporaciones.
Sea que el empresario dirija su
propia compañía o la delega a un profesional, en ambos escenarios, tiene que
preguntarse ¿Cuál es el rendimiento financiero y la posición económica de mi
empresa?, esa respuesta únicamente la puede conocer mediante los informes que
son elaborados por un contador, en quien recae la responsabilidad de reportar
cuidadosamente la cifra que espera el empresario o los accionistas, vale decir,
el retorno por su inversión.
Los informes más representativos
que reporta el contador al empresario son el estado de situación financiera,
donde da a conocer una “fotografía” de la empresa a un periodo determinado, ahí
se muestran las inversiones realizadas (activos), el financiamiento obtenido de
terceros (pasivos) o de los propios accionistas (patrimonio) para realizar
dichas inversiones. Además, ese reporte permite conocer importantes ratios
financieros, como el de liquidez, solvencia, nivel de apalancamiento, entre
otros.
En un estado de resultados, el contador está reportando un “video” de la
empresa de un rango de meses, considerando que ese reporte no es acumulativo de
un año a otro, a diferencia del estado de situación financiera donde las
partidas se acumulan desde el inicio de la empresa. En el estado de resultados
refleja la gestión de la gerencia, dando a conocer qué tan acertada han sido
sus decisiones. Hace unos años, escuché a un gerente que pregonaba, “mi carta
de presentación a los accionistas es el estado de resultados”, yo le decía con
ligera ironía, “tu carta de presentación lo elabora tu contador”.
Existen diferentes reportes, distinto a los mencionados anteriormente que son
de indispensable consulta para conocer el rendimiento de una empresa, y para
dar lectura de estos, no hay que ser experto en contabilidad o en normas
internacionales de información financiera, teniendo nociones básicas de la
contabilidad puedo coger un reporte financiero y conocer el status de mi
empresa. Un profesor en finanzas me decía que la contabilidad responde
preguntas importantes al empresario, tales como ¿a quién le debo? ¿qué tengo?
¿cuánto vendí? ¿cuáles fueron mis costos? ¿cuál fue mi ganancia?, entre otros.
En ese orden de ideas, nos preguntamos ¿el empresario debe de tener nociones de
contabilidad?, la respuesta indiscutiblemente es sí. Si he apostado mis
ahorros, mis bienes o parte de mi patrimonio en un negocio, es necesario
conocer cuál es el desempeño de dichas inversiones, en el caso que no sean
favorables, adoptar medidas rápidamente que puedan revertirlas, y si son del
todo favorables, tomar decisiones que permiten seguir capitalizando el valor
que genera mi empresa. Todo empresario debe de conocer los reportes que
suministra el contador.
En mi opinión, si el empresario
ignora o mira de lejos las cifras que reporta el contador, está sentenciado a
caminar a ciegas en su negocio, y todo el que camina a ciegas puede tropezarse
y padecer un descalabro “financiero”. Es necesario tener nociones de
contabilidad para comprender la utilidad y los beneficios de informes
financieros.
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